Como un niño pequeño que al despertar del sueño
te manda un mensaje, un emoticono en el WhatsApp,
Compartiendo contigo sus historias en el Facebook
para que le indiques cuál de todas ellas te gusta más.
Un mensaje en el móvil porque ya no duerme más
que ahora lo que siente es que muere de hambre
La conexión del router falla y no se puede conectar
justo cuando escribía en el blog y le ha dado a enviar.
Como un niño pequeño que al despertar del sueño
encuentra la Tablet y la batería no termina de cargar
Se le ha metido un virus en el ordenador personal
y necesita decirlo al mundo, que se lo vengan a arreglar
Seis, cinco, cuatro, dos, nueve, y no sé cuántos números más,
el número que ha marcado en su iPhone y espera respuesta
Le da igual que sea plena noche o la hora de dormir la siesta
Tan solo necesita saber que saber que su madre le contesta.
Canta el alma mía, canta y canta cada día,
canta alegre y canta triste porque, si no, moriría,
y canta, porque se abre como la puerta de salida,
para que entre el aire, para que fluya la vida.
De tanto que canta, hay hasta nubes en el cielo,
hasta el sol más brillante se ha vestido de negro,
hasta la noche más oscura es un sol de verano,
de tanto que canta hasta los ríos son de sequía.
Canta el alma mía, en un suspiro de un instante
en un infinito que termina pronto y un poco antes.
Y se rompe el reloj para que avance el tiempo
y, a la hora que canta, se apodera de ella el silencio
Canta, grita, para que sea un suspiro sin palabras,
nadie escucha mi canto, pero, canto, si me escuchas,
en la algarabía del canto, donde mi alma se derrite
porque canta y canta, en un son que se repite.
En tu mundo hay una puerta en la que pone "Salida",
que no es el final de nada, es el comienzo de la vida.
Es una puerta abierta a un sueño hecho realidad
por la que te asomas y descubres qué es tu mundo
miras con detenimiento y te pierdes por un segundo.
Te encuentras farolas encendidas, luces de colores,
enormes jardines decorados con todas las flores,
un sol radiante con luz tenue, pero muy interesante,
La luna en el cielo, luna nueva, besos y dulces noches.
no hay maldad, aún no se ha inventado el reproche.
En tu mundo yo me pierdo, si no me agarro a tu mano,
en tu mundo yo me pierdo, aunque no lo pretendamos.
en tu mundo hay una puerta en la que pone "Salida",
la meta seguro que ha de estar al final de algún camino
y al escribirte este último verso es cómo el poema termino.
La mente tiene que descansar, ¡qué descanse!
La lluvia fría ha de formar los charcos, el mar,
el río ha de llegar a alguna parte, a algún lugar,
Tú, que estás a la escucha y no me escuchas,
tú, que callas cuando esperaba oírte hablar.
La mente tiene que descansar, ¡qué descanse!
Son pensamientos, palabras formando versos,
son palabras, cuadros que por ti quisiera dibujar,
son ideas, como la estela que dejas al pasar.
Por ti la mente, en ocasiones, se hace cansancio
es como un corazón que se inspira para respirar.
La mente tiene que descansar, ¡qué descanse!
Así, sin más, surgió de aquellas palabras un verso,
sin más, del fondo del mina, el más bello cristal,
la mente tiene que descansar, ¡qué descanse!
Por ti, que tantas palabras salieron de tus labios,
que tantas veces he echado mis redes al mar
¡Qué descanse! La mente tiene que descansar.