Poemas en el silencio

TE HABRÉ PERDIDO

Te tengo olvidada en el olvido,

y volverás cuando me haya ido,

cuando tu ausencia sea recuerdo,

y tu recuerdo lo que ya he vivido.

Volverás porque tienes que volver,

la distancia no se alargará más.

pero estarás tan lejos cuando vuelvas,

que será como si no te hubieras ido,

porque añoraré el poder añorarte.

Saldrás de donde te tenía escondida,

me dejarás ver que aún tienes vida,

que tu recuerdo es una mentira,

pues sólo en tu ausencia te olvido,

y olvidando todo te habré perdido.

 

MIENTRAS HAYA VIDA

Vuelvo al puerto y la vida está muerta,
no hay mar para el marinero hundido,
para aquel que se fue y no ha venido.
Miro los ojos, que no me dicen nada,
los ojos que pertenecen a unos labios,
que me dijeron adiós con sus palabras.
Me alejé de puerto y me fui de casa,
me hice así vagabundo de esta vida
y miro atrás y sólo veo que no me olvidan,
que aquellas palabras fueron sinceras,
pero resuenan como el eco en el viento,
llegan hasta mí traídas por fuertes olas,
diciendo adiós, sin oírlas decir nunca hola,
sin oírlas decir nunca hola, diciendo adiós,
como una eterna despedida que no termina,
que no ha de terminar mientras haya vida.

 

RECUERDOS

Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
dejad descansar en la orilla mi recuerdo,
no lo rocéis como si fuera las piedras,
lo no desgastéis porque pienso en ella.
Si tantas lágrimas de amor no la recuerdan,
si la furia del viento se lleva las hojas,
desnuda las ramas de mis recuerdos,
si mis palabras han de navegar por tierra,
no permitáis que yo me olvide de ella.
Mi amor ha de ser más puro que el agua,
más fuertes que las raíces que riega,
resistir más que los árboles del río,
más que cuantos están pensando en ella.

 

MIENTRAS DUERMES

Sin tener nada que darte a ti hoy,
sin nada que hacer por despertarte,
me quedo aquí sólo para mirarte,
para dejar en mi recuerdo tu sueño,
para compartir mi descanso contigo.
Sin nada, tan sólo por verte dormir,
sintiendo que estás soñando conmigo.
Sin tocarte, no quisiera despertarte,
no quiero que me veas robar tu sueño,
usurpar aquel lugar que no me das,
un sentimiento que me has prohibido,
una intimidad que te dejaste abierta,
para que viera que no estás despierta
y que no puedes despertar sin mí.

ALLÍ EN LO ALTO

¿Está el amor debajo de las piedras?
No, no puede estarlo, ellas no aman,
no tienen corazón para latir en libertad,
el amor está sobre la copa de aquel árbol,
se puede ver, pero no se puede alcanzar,
está sobre aquella rama delgada y fina,
cualquier mínimo peso la haría matar.
El amor es sólo un sueño inalcanzable,
alguien que deja que caigas sin obligarte,
alguien que deja que te lleve el viento,
que el árbol empiece la música del baile
¡Qué nadie tale ese árbol ni lo agite!.
¡Qué nadie despierte al fiero huracán!.
El amor es como una flor hermosa,
en la cima de la más alta montaña,
el amor se defiende del frío y la nieve,
brilla en la oscuridad y llueve cada día,
pero si alguien quisiera subir a cogerlo,
estoy seguro que jamás lo encontraría.

¿QUIÉN SABE DÓNDE?

¿A dónde llevan nuestras vidas?
¿Acaso alguien conoce el final?
La gente nos dice nuestro principio,
una fecha que no podemos recordar,
nacemos de la madre de esta vida,
como dice contar la humanidad,
de una madre que tanto nos cuida
y que nos dio un lugar para empezar.
De la madre derechos a un final,
a un agujero abandonado en la tierra,
hogar después de aquel hospital.
¿Pero dónde acaba nuestra vida,
si es que acaso tiene un final?
He visto correrse muchas cortinas
y sin vida a más de un animal,
para ahora preguntarle al tiempo
dónde puede esconderse el final.
Pero, si acaso lo supiera el viento
no se pondría nunca más a soplar,
porque contaría un secreto del tiempo
al que al final todos vamos a llegar.

FOLIOS EN BLANCO

Folios en blanco, no hay poesía,
intento escribir palabras otro día,
pero mis manos ven folios en blanco,
no saltan las palabras a esta vida,
mi lapicero calla guardando silencio,
la inspiración ya se ha escondido,
la busco, pero se esconde en el río,
se oculta bajo las aguas del cielo.
La inspiración es agua que corre,
pero el cauce del río está vacío,
no hay pesca, sólo folios en blanco,
una hoja de papel que no dice nada,
la inspiración que se esconde callada.


DESPEDIDA DE SILENCIO

Siempre al final siento una mirada,
me voy y apartas los ojos de la vida,
dejas el oído en el mundo y me miras,
quizás echaste de menos mi silencio,
el añorarme así en aquel momento,
cuando yo caminaba hacia la salida.
Me giro para saber si tú me miras,
no quiero desaparecer ni volverte a ver,
si mis ojos no mantienen tu recuerdo.
Y tú, como si pudieras comprenderlo,
abandonas con la mente tus oídos,
buscas la puerta por donde me he ido
y nos despedimos con una mirada.
No hay odio ni amor sin un sentido,
hay silencio que queda escondido,
ya que tras de mí se cierra la puerta,
aunque antes de irme te has despedido.

 


SANGRE DE AMOR

Busca pruebas y no las encontrarás,
busca otro corazón y no le amarás,
no importa lo que te diga la vida,
jamás me vas a poder abandonar,
siempre sabrás que hay un verso,
habrá un papel escrito en algún lugar,
una palabra que no conoce el odio,
un poeta que no se ha sabido callar.
¡Dónde tú quieras, no me importa!
Sé que nunca no lo vas a encontrar,
por mucho que haya dejado de hablar,
mis sentimientos son este poema,
esas palabras que nadie puede negar,
las escribo con la sangre que te ama
con la sangre que no llega al mar.

PAISAJES

Paisajes al otro lado del cristal,
nubes de agua, ganas de llorar,
el viento pasa, los árboles bailan,
los pájaros dejaron de cantar,
la tierra seca se quedo sin agua,
sequía que ya no puede matar.
Se hace desierto de arena el mar,
¡Agua!, Este lago quiere nadar
porque la tierra se quedo sin agua,
no hay agua tras mi cristal.


Paisajes al otro lado del cristal
una habitación vacía, sin gente,
el silencio llama a la muerte,
la soledad inunda mi hogar,
tormenta de fuego y nieve,
mi corazón no tiene nada más.
En mis dedos el frío del cristal,
mirar todo desde la seca calle,
para que no me ahogue el mar.
Paisajes al otro lado del cristal.

ROJO BRILLANTE

Muy temprano me cogieron del árbol,
mañana por la tarde viene el camión,
pero esta tarde he llegado a tus manos,
de ti depende cómo sea la caída del sol.
No sabes de dónde vengo, se confundieron,
el de la trazabilidad cometió un error
me ha etiquetado como kaki tomatero,
no ha visto que brillo con todo esplendor.
Las heridas del cuerpo son de la mente
ninguna me ha dañado el corazón
pero la selección ha de ser muy exigente,
el camión espera que sea el kaki mejor.
Si no he de recorrer el mundo contigo,
tampoco me eches temprano al contenedor,
deja que me quede en una caja aparte
que tenga un futuro más prometedor.

¿ALGUNA CHICA RUBIA?

Era viernes, lo recuerdo como ayer,
a mi cara le habían vendado los ojos,
y mi mente sentía que le ataban los pies.
Caminaba despacio porque no podía ver,
en mitad del camino me rozó un mano,
en el descanso choqué contra la pared.
Sólo le pregunté a quien me guiaba,
si alguna chica rubia conseguía ver.

 

Yo era ciego, temía tropezar y caer,
sentía que no llegaba a ninguna parte,
que lejos me llevaban y no sabría volver,
que aquel no era el camino a mi casa,
pero muchas veces lo llegué a recorrer
con los ojos abiertos, ciegos esa vez.
Sólo le pregunté a quien me guiaba,
si alguna chica rubia conseguía ver.

 

En el silencio hubo cambio de voces,
quien me guiaba ya me dejaba caer,
a mi cara le habían vendado los ojos,
¡Qué lejos me llevaba y no sabía volver!
En mitad del camino me rozó una mano,
en el descanso choqué contra la pared.
Sólo le pregunté a quien me guiaba,
si alguna chica rubia conseguía ver.

OTRA EN EL CORAZÓN

Con una mano en el viento, otra en el corazón

alguien esperaría que aflorase el sentimiento

pero, si el oído es sordo, no se tiene otra voz.

Con el puño cerrado, la palma abierta encima

una palabra fluye fundida en una expresión,

como lo entiendes, sobra toda la explicación.

La mano en la oreja, el dedo señala la frente

los dedos se cierran, pero han escapado dos

están bailando así nuestra propia canción.

Son tantas las manos que nos comprenden

que la mano entera se cierra en la alusión

como lo entiendes, sobra toda la explicación.

Con el puño cerrado, la palma abierta encima

una palabra fluye fundida en una expresión

una mano en el viento, otra en el corazón.

 

SAMARITANA

Fuiste a la fuente a beber, samaritana,
fuiste como siempre, muy de mañana,
aún el sol se escondía tras la colina
sus rayos no habían llegado a la cima.
¡Tengo sed, samaritana, ve más de prisa,
echa el cubo en el pozo, llénalo la vida,
no malgastes con los extraños tus sonrisas,
no compartas con nadie más tus risas!
Saciaste tu sed en la fuente, samaritana,
pero te dejaste el cántaro por el camino,
y no volverás a por él por la mañana.
Saciaste tu sed en la fuente, samaritana,
y así pasó una tarde, pasó una mañana,
el cubo se quedó en el pozo, samaritana.